Aún los cordobeses no comprenden que sucede con la sequía. Lo relacionan con la falta de lluvias. Sin embargo, las últimas que tuvimos no lograron recuperar los ríos secos de las sierras chicas. Leyendo noticias del mundo, me entero que La invasión norteamericana dejo gran contaminación radiactiva en 36 zonas de Irak y sus habitantes enferman de cáncer. Repasando más noticias leo que EEUU corta la nafta y el gasoil con un 10% de bioetanol y biodiesel. Se necesitan 20 millones de hectáreas sembradas de oleaginosas y/o caña de azúcar solo para EEUU. Si tenemos en cuenta que ellos consumen el 86,2 % de ese producido, comparado con México el 6,21%, Brasil 2,52% y Argentina el 0,7%, notaremos que se cultiva para ellos. ¿Qué tiene que ver esto con la sequía?... Hagamos una ecuación simple… Si EEUU necesita minerales para sostener el nivel de consumo, más la actividad bélica con la consecuente fabricación de armas, las campañas armadas y el gasto de combustibles de aviones, barcos y vehículos de guerra terrestres, sumado al consumo diario de su población, comprenderemos mejor quien es el responsable de lo que nos pasa, resultando negativa la ecuación. Las plantas nucleares necesitan uranio al igual que EEUU para sus armas. Nosotros tenemos tres plantas con proyección a cuatro y parte del uranio que se produce va a las plantas y parte a la fabricación de armas en EEUU. ¿Quién controla esto?. ¿Es como en Córdoba que el que controla la minería es parte de la corporación minera? Piense un segundo por favor, qué implicancia tiene el modelo económico que nos impusieron, con la sequía, niveles de contaminación, enfermedades, pobreza y muerte. Primero, diseñaron y fabricaron semillas transgénicas y agrotoxicos. Elevan la cotización de la soja para que siembren más y más superficie. Lo cierto es que desmontan a mansalva para no perderse el gran negocio. Si le sumamos la actividad minera de cordillera, adonde utilizan en una sola mina de San Juan “Veladero”, 90 millones de litros de agua pura, potable y de deshielo por día (recuerden que entre Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza se consumen 9 millones diarios) y la pinchadura de acuíferos por parte de los sojeros, obtenemos el efecto sequía en los ríos de la provincia y tierra sin capacidad de recuperación. El agua de la cordillera no llega a los ríos de Córdoba. El desastre es tan grande que perdemos biodiversidad, generando un desequilibrio en el clima que nos condena a vivir en sequía, con fuertes vientos de tierra, calor y pérdida de especies de todo tipo. ¿Cómo lo resolvemos? Sabiendo lo que pasa, identificando el problema y una vez detectado, juntándonos para encontrar el punto de equilibrio entre producción y vida. ¿Qué haría yo?, Mediante ley, obligaría a que se siembre un 50% de soja y el otro 50% de otras semillas por cada campo. Que los sojeros devuelvan a la vida y a los ciudadanos cordobeses, los bosques y montes destruidos cuyo fin es el de recuperar la capacidad “esponja” que se perdió. Cada propietario debería devolver a la naturaleza, un 20% de sus campos en bosques. Que se destine una “zona verde” en Córdoba, con sistemas orgánicos y semillas naturales no modificadas genéticamente. Estas medidas afectarían los intereses de los mal llamados productores y bien llamados destructores, pero, generaría una pequeña esperanza de recuperación de la vida. Estamos condenados a vivir en un desierto. Córdoba ya es zona desértica. No tenemos agua y la calidad de la poca que hay es muy mala. El canal que viene del dique los molinos recoge todos los agrotoxicos y la gente los consume. Nadie hace nada… Pero… el abuso alguna vez explota y también ellos se quedaran sin nada. Hoy Córdoba posee el 35% de sus tierras sin vida, necesitan cada vez más fertilizantes para producir, y todos son derivados del petróleo. Nos estamos comiendo el planeta, seguimos la danza del consumo extremo y nos consumimos. Somos víctimas de la especulación financiera, se adueñaron de las tierras, de las semillas, del agua (la distribuyen empresas extranjeras) y ahora pretenden aplicar minería a cielo abierto con la consecuente destrucción y golpe final para los cordobeses. La alternativa, es juntarnos y desarrollar energías alternativas sanas, obligar al régimen sojero que reinvierta sus miles de millones en recuperar la tierra de manera natural… Sobre el uranio argentino, no debería ser destinado a asesinar pueblos enteros. ¿Le parece infantil mi propuesta? ¿Usted tiene algunas? Piense… Porque o nos salvamos todos juntos, o nos hundimos por separado, usted elija.
Un cordial saludo
Alejandro Romero
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