Día a Día, 02/02/2010
Sección: Córdoba. Página7.
Aseguran que la deforestación para agricultura es la responsable de las inundaciones en el norte.
Por Juan Pablo Martínez
En los últimos años, Jesús María y su zona de influencia han sido uno de los sectores de Córdoba que más ha sufrido el impacto de los desmontes para prácticas de agricultura. Al desaparecer la vegetación nativa, el suelo perdió parte de su capacidad de absorción. Así podría explicarse, por ejemplo, cómo el gran caudal de barro, rastrojo y agua que se abalanzó sobre la ciudad hizo que las bases del puente de la ruta 9 norte cedieran, provocando el colapso de la estructura.
“El agua que se precipita no es retenida, lo que hace que los ríos crezcan más y a mayor velocidad”, indicó Alicia Barchuk, presidenta de la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo (COTBN). Unos 160 milímetros cayeron sobre los afluentes y la naciente del río Jesús María. “No es la primera vez que lluvias de estas características se dan en Córdoba. Que el agua haya avanzado con semejante volumen y a alta velocidad nos da la pauta de que el líquido se escurre con facilidad”, apuntó la especialista.
La cobertura vegetal es fundamental para contener el agua en el suelo. La profundidad de las raíces de los árboles y la vegetación en la superficie, hacen que el agua se absorba y que circule más despacio, evitando grandes correntadas –como la que se llevó el puente– y la erosión avanzada del suelo.
La gran creciente, de unos seis metros de altura, que vieron los vecinos de Jesús María y que prácticamente arrasó con el puente, reconoce como una de sus causas los desmontes cerca de la cuenca y los campos aledaños. Así, la presidenta de la COTBN indicó: “Es una de las áreas más afectadas de la provincia en materia de desmonte. Allí prácticamente no queda nada. Sólo podemos ver pequeñas islas de bosque nativo en medio de mares verdes”.
“El comportamiento de los fenómenos ambientales que estamos viendo hoy día tiene mucho ver con el cambio climático y la mano del hombre. Pasamos de extremos a extremos. De inundaciones a sequías. Cuando lleguen las precipitaciones más fuertes vamos a ver más sucesos de este tipo”, vaticinó Barchuk.
¿Cómo detener esto?
La regeneración del bosque nativo es una posibilidad y una oportunidad, pero el proceso demandará varios años. Por el avanzado estado de desmonte en los campos de Córdoba, será necesaria la intervención humana, dicen los especialistas.
Mientras, en la Legislatura provincial está pendiente el debate por una ley de protección de bosques nativos. En noviembre del año pasado, dos proyectos proteccionistas fueron enviados al recinto. Las inundaciones violentas y sorpresivas a causa de la falta de una valla natural que contenga el avance del agua es uno de los efectos de la pérdida de bosques. Córdoba tiene una de las tasas de desmonte más elevadas del planeta.
Río revuelto. Y violento. Barro, agua y rastrojo avanzó en el caudal que desestabilizó toda la estructura vial.
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