Las Empresas Megamineras en complicidad con el gobierno nacional, provincial y municipal afirman que la minería garantiza el derecho al trabajo, aporta fondos para salud, educación, emprendimientos culturales y promueve el crecimiento económico de las regiones en que se desarrolla.
La realidad es que este tipo de explotación minera suprime puestos de trabajo, al saquear, contaminar y destruir en forma irreparable los recursos naturales no renovables: agua, tierra y aire, en forma irreparable, la consecuencia ambiental de esta actividad se denomina ECOCIDIO, lo que significa que destruye la vida en todas sus manifestaciones: vegetal, animal y humana, en forma permanente e irreversible. La destrucción del patrimonio geoestructural territorial y de los glaciares producida por la voladura de montañas nos priva del eslabón milenario más importante en la cadena cíclica natural de la producción de agua dulce, fundamental para la vida. Además la contaminación producida se extiende y afecta a miles de kilómetros del lugar donde se asientan las mineras, como ya ha sucedido en África, Australia y en el mismo EEUU.
En este proceso hegemónico los organismos del Estado son gerenciadores de los intereses transnacionales y junto a los medios de comunicación tanto oficiales como privados construyen una imagen pública que funda un espacio de ocupación en cada -individuo- familia- escuela- comunidad- país.
Mediante el apoyo estratégico de la estructura legal y política en todos los órdenes y jurisdicciones de
El marco educativo y cultural instalado y estructurado durante el proceso militar y la posterior pseudodemocracia, propicia el servilismo, la tecnocracia depredadora, el consumismo irresponsable y desmesurado, y la hegemonía del dinero, por sobre todo valor humano, ético y social.
La tarea de los medios de comunicación, asociados en su gran mayoría a las transnacionales mineras es: vaciar nuestra identidad, destruir nuestra memoria, distraer y adormecer nuestra capacidad de reflexión y análisis crítico, desarticular nuestro poder de decisión y reacción, mediante la apología y validación permanente de la violencia, el mito del bienestar del consumo y la jerarquización a través del poder del dinero. Así se instala un modelo sociocultural, económico y político de subordinación y colonización, que favorece la perpetuación del despojo.
La “producción de verdad” controlada por los medios de comunicación al servicio de las transnacionales megamineras y el poder político, ocultan, dosifican, distorsionan descalifican y mienten para ocultar que los procesos que realizan son nocivos, dañosos y destructivos, de esta manera se cautiva la opinión pública.
Reflexionemos:
¿Qué leyes y qué valores éticos se constituyen para probar jurídicamente en forma indubitable y fidedigna el daño producido por el SAQUEO y
¿Cómo buscar y encontrar intersticios entre las palabras y los hechos, las mentiras legitimadas y las verdades ocultas?
¿Cómo lograr la complementación y convergencia entre la lógica de los intereses de los actores sociales y la lógica individual?
¿Cómo compatibilizar lo público y lo privado, lo individual y lo social?
¿Qué valores y estructuras sociales emergen y se constituyen para resistir y defender, concienciar, comprometer, movilizar e iniciar la recuperación de los espacios de poder por parte de la población de cada comunidad?
¿Cómo restablecer y desarrollar la trama social fundándola en relaciones de coordinación, horizontales e inclusivas en contraposición con la subordinación, la jerarquización y la exclusión del sistema dominador?
¿Cómo construir un nosotros del NO al SAQUEO y
¿Cómo sumar voluntades al NO?
Algunas herramientas serían:
Diálogo con el prójimo próximo.
Búsqueda y creación de espacios de reflexión, debate, confrontación y negociación.
Compromiso, coherencia y actitud militante.
Desde manifestaciones artísticas comprometidas.
La heterogeneidad como característica de los grupos desarrolla y fortalece el respeto y la aceptación del otro, permite superar el miedo y afianzar la solidaridad, amplía la visión y multiplica las posibilidades de articular una red de apropiación de poder por parte de cada comunidad, para aprender a defendernos y construir un presente con DERECHOS HUMANOS y VIDA, POR y PARA TODOS.
“UNA PALABRA PARA VIVIR”
A tientas busco una palabra
que me redima y me sostenga,
truco gastado,
en el armario de la memoria.
Sé que la vida no está pasando
y que la muerte me está llevando,
muerte de dudas,
muerte de olvidos y de renuncias.
Camino muerte,
respiro muerte,
muerte elegida de las excusas.
Muerte aprendida y transmitida;
muerte costumbre que nos iguala.
Máquina muerte,
fabrica muerte.
Ciudad de muertos,
muerta la tierra bajo el cemento,
agua muerta en los caños.
En las calles aire muerto.
¿Esta es la herencia
que atesoraron
generaciones de evolución?¡
Claudico… y cedo,
todo este espanto.
Si alguien lo quiere
así le irá.
Esa palabra nos hace hermanos,
conjuga siempre las voluntades,
acepta todas las diferencias,
presta sus alas a los que aman,
y nos alienta a construir,
paz de semillas, paz de canciones,
manos y voces entrelazadas.
Pan y alegría bien repartidos,
vida y más vida en nuestra tierra,
estoy nombrando …
MADRELUNA
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