El lugar de encuentro fue en Avenida Colón y La Cañada, de donde se partió con las consignas de No a la Megaminería, Derogación de la Ley Antiterrorista, Solidaridad con los pueblos de Famatina, Chilecito, Belén, Santa María, Tinogasta, pero sobre todo, recordar el segundo aniversario de la pueblada de Andalgalá, que despertó después de muchos años y pesares, para decir NO a Bajo La Alumbrera, Agua Rica, Filo Colorado, y como consecuencia de ello, sufrió una feroz represión contra sus habitantes.
En estos momentos, Andalgalá, como muchos ya se han enterado, está sitiada por una patota pagada por la minera, compuesta también por concejales, que se ha constituido en una fuerza que controla y rodea a la ciudad, arrogándose el poder de decisión sobre las personas, decidiendo quienes pueden ingresar o no a la ciudad, además de amedrentar a los vecinos, llegando a amenazar con quemar la radio comunitaria El Algarrobo. Por supuesto, la mayoría de quienes han intentado entrar a la ciudad, no lo han conseguido: periodistas, legisladores, personas provenientes de otras provincias que al igual que muchos se solidarizan con lo que acontece en el lugar.
Estos hechos deben ser denunciados por la gravedad que revisten. Es incomprensible que en pleno estado democrático, al menos así lo creíamos, exista una localidad manejada arbitrariamente por una fuerza parapolicial, mientras la policía parece estar de su lado, al dejarlos actuar y no poner objeción alguna. Tampoco lo han hecho el Poder Judicial, ni el legislativo y ni el ejecutivo de la provincia de Catamarca; mucho menos el gobierno nacional, que justo cuando por estas horas miles de personas, ciudadanos comunes, salen a las calles para expresarse libremente, manifestando que no quieren la megamineria en sus territorios, casi como un provocación, convoca a los gobernadores de provincias en donde hay proyectos mineros, para conformar la OFEM Organización Federal de Empresas Mineras.
.Pareciera que nuestros gobernantes actúan de manera autista, son sordos, no entendieron la expresión de miles de habitantes, o bien les importa poco y nada lo que ellos piensen, actuando con una soberbia que hiere a muchos, ya que se olvidan que el lugar que ocupan es gracias al voto popular. Una vez mas asistimos consternados, preocupados por la pérdida de los derechos civiles, al ver cómo pueden primar mas las corporaciones que el bien común.
No obstante, algo nuevo aparece, la verdad oculta, el gobierno “nacional y popular” va demostrando poco a poco que no es tal y a quien representa, en tanto ya muchas personas se van dando cuenta de ello, y deciden expresarse. Son muchas las manifestaciones de apoyo y solidaridad con Andalgalá y los demás pueblos afectados, y de rechazo a la megamineria, y el repudio del accionar del gobierno.
Video realizado por Mateo Allende de la Comunidad ContraArte.
http://www.youtube.com/watch?
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